Escribe: Sol Brousse.
El inicio de cada ciclo lectivo trae consigo la promesa de nuevos desafíos, experiencias y metas por cumplir. Este año no fue la excepción, pero a diferencia de otros, el contexto actual exigió mudar de plataforma, y a poco más de un mes del inicio de clases, buscamos hacer un balance y evaluar las nuevas líneas de acción, en este proceso histórico y cambiante, que nos invita a reinventar el ejercicio de la enseñanza y adecuarnos a los nuevos tiempos que corren.
El IPESMI dio inicio a su ciclo lectivo con normalidad y el 6 de abril comenzaron las clases en modalidad virtual. La celeridad con la que se demandaron los cambios, permitió transparentar la capacidad de adaptación de nuestro cuerpo docente e invitó a los estudiantes a prepararse de una forma mas integral, haciendo uso de los recursos virtuales disponibles.
La Rectora del IPESMI, la Lic. Tania Lichowski reflexiona al respecto de este proceso de cambio:
“Si bien no conocemos cuáles serán las consecuencias a largo plazo de la crisis del Covid-19, hemos entendido la importancia de reconfigurar la forma en que trabajamos, en que somos padres y en que cuidamos de nosotros mismos y de nuestras comunidades. Sigue siendo incierto cómo funcionará una sociedad pospandémica, aun así, está surgiendo un consenso de cambio global en la manera de trabajar y estudiar. Nos encontramos en la búsqueda, en la aspiración de un sistema que sea superior, explorando el cambio y revalorizando la importancia del contacto y la contención personal, aún en la distancia. Las crisis siempre vienen acompañadas de una oportunidad si uno sabe mirar, y en esta situación, no queremos simplemente luchar para restaurar el statu quo, porque el mismo contaba con carencias y ciertamente no estaba sirviendo a todos nuestros alumnos de manera justa. Hay cosas que podemos aprender del desorden y de la adaptación a esta crisis, debemos aprovechar esta oportunidad y reformular el modelo de educación en pos de uno que incluya más y nuevas formas, flexibles y versátiles, de aprender y de enseñar.”
En esta misma línea, Alina Fernández Lucius, Secretaria Académica del IPESMI, reconoce que la necesidad de adaptar la modalidad presencial de estudios a una mediada por las tecnologías, demandó pensar en estrategias y recursos que estuvieran al alcance de todos. Sobre este aspecto, observa:
“En el imaginario social, la tecnología convive con nosotros a diario, pero no es lo mismo utilizar un dispositivo con fines recreativos, a tener que hacerlo para transitar un espacio de formación profesional. Es por eso que, tanto profesores como personal no docente, trabajamos incansablemente para intentar generar espacios de encuentro que sean accesibles a todo el estudiantado, cuya heterogeneidad nos interpela a repensar los conceptos de “espacios comunes” en la virtualidad. Y esto también en relación a los docentes, que debieron salir de su zona de confort (y lo hicieron sin dudarlo) para re-aprender a generar contenidos para un público invisible que se presupone, está del otro lado de la pantalla.”
Si bien el escenario previsto no fue el mismo, el IPESMI, como todos los años, llevó adelante instancias de capacitación para el uso de recursos y herramientas digitales institucionales, con las que se trabaja de manera integrada en cada espacio curricular. Sin embargo, mudar del sistema presencial a uno virtual significó una adecuación total de las estrategias didácticas y pedagógicas, que fueron ajustándose de manera regulada y cuidadosa. En relación a esto, Zulma Rocha, Analista en Sistemas, profesora en la Institución y encargada del Campus Virtual del IPESMI, nos cuenta:
“Como todos los años, capacitamos a docentes y alumnos en el uso de los soportes virtuales con los que ya cuenta la Institución. Antes de que comenzáramos el ciclo lectivo se hicieron capacitaciones en el Nivel Superior, a los estudiantes de las carreras de Analista en Sistemas y Diseño Gráfico en particular. Más adelante, ya de manera online, se capacitó a la carrera de Enfermería, tanto en el uso del Campus Virtual, como en el Sistema de Colegium [Plataforma académico- institucional]. Se armaron video-tutoriales y distintas guías que se socializaron entre profesores y estudiantes para el uso de nuestro Campus Virtual”
La implementación y uso de este espacio no sólo implicó el conocimiento y reconocimiento del mismo, sino que también significó aprender a regular los contenidos de una manera diferente, entender las dinámicas de cada hogar, y reconciliar los tiempos de encuentro entre estudiantes y docentes. Es por eso que, en el marco institucional de acompañamiento durante esta etapa, charlamos con profesores y estudiantes para conocer cómo se dio el proceso de adaptación a lo largo de este primer mes.
Yamila, estudiante del 3° año del Profesorado en Inglés del IPESMI, nos contó como atraviesa este ciclo de su formación profesional:
“En la carrera que estoy cursando es de suma importancia la presencia y el acompañamiento docente, y hoy por hoy estamos aprendiendo juntos dentro de este nuevo paradigma. El mundo está cambiando y nosotros seremos los docentes del futuro, así que también estamos aprendiendo a utilizar los recursos que Internet ofrece para enseñar, para crear y para ayudar al otro. Si bien hay cosas que se extrañan, como compartir el mate en el curso o sentarnos a estudiar en grupo, creo que todos tomamos consciencia de que este es un tiempo atípico, en donde, para cuidarnos y para cuidar al otro, debemos permanecer en nuestras casas, y esto se hace mucho más llevadero con el acompañamiento constante de nuestros profesores a través de la interacción, ya sea en las plataformas virtuales o de mensajes.”
Con respecto al desarrollo de las clases, Yamila reconoce que es muy difícil reemplazar el intercambio que se genera en las aulas, “pero las profesoras nos dan todas las herramientas para poder estudiar, encontrarnos incluso a través de video-conferencia con compañeros, interactuar, reírnos. Muchas profes dan sus clases por Zoom, se mantiene la periodicidad y en muchos casos también los horarios. Se hacen recordatorios, y se nota la preocupación. Nos acompañan mucho. Incluso desde Bedelía nos escriben preguntando si todo va bien, o si necesitamos ayuda”
Del mismo modo, charlamos con Erika Molda, Profesora en Diseño Gráfico y Artes Plásticas y docente en la Institución, quien señala que en el tiempo transcurrido y a pesar del contexto, siente a los alumnos con muchas expectativas.
“Ellos están bien predispuestos a la espera del material bibliográfico, para la aprehensión de las actividades. Esperan los video-tutoriales y los recursos. Considero a las video-llamadas importantísimas, es áspera la interacción exclusiva mediante pantallas, sin poder ver y analizar las reacciones de nuestros alumnos. Así que siempre me funcionó ese diálogo visual que tenía en las clases físicas. Porque los docentes nos adaptamos en simultáneo a las reacciones e interacciones de nuestros estudiantes.”
Transcurrido el primer mes de cursada no presencial, donde el formato áulico se trasladó a los hogares, se evalúan los avances y las nuevas líneas de trabajo, que implican una labor institucional ardua, de reorganización de la estructura y búsqueda de dinamismo. Sobre este aspecto, Molda opina que “hubo un tiempo de reacondicionamiento para ambas partes, tanto docentes como alumnos, y ahora lo importante es hacer valer ese tiempo. Es un momento de emergencia, una situación que nos alejó de nuestras aulas, de nuestros horarios; pero no podemos permitir, como responsables de su formación, perder ese diálogo, [con los alumnos] ese encuentro o reencuentro mediante estos espacios virtuales, así que estamos reinventando la dinámica pedagógica a medida que se avanza.” Y concluye reflexionando: “estamos para construir juntos estas trayectorias y llegar a los objetivos, pero la evolución depende de ambas partes, de los alumnos y de los docentes.”
Estos tiempos, que marcan un quiebre en el ejercicio de la enseñanza tal cual lo conocemos, proponen una nueva visión de la educación, diferente, más amplia, integral y consolidada en del uso a las nuevas tecnologías de la comunicación y la información como herramienta fundamental. Desde nuestra Institución asumimos el compromiso de cambio y abogamos por una educación en el marco de la inclusión, accesible, y con alternativas flexibles. Que no deje de lado la formación en valores, y la responsabilidad de cada estudiante frente a su propia formación profesional. Ya que, hoy más que nunca, deberán ser partícipes activos, cooperativos y comprometidos en el proceso de aprendizaje.